Ladridos contra el cierre

16-12-2013

Ladridos contra el cierre

 Hasta mañana, la galería Arancha Osoro, en la calle Ventura Rodríguez, expone y vende obras donadas por 30 artistas en favor de la asociación protectora Masquechuchos. El pub El Desván, en la calle Rosal recoge pienso para la asociación. En internet, en change.org, más de 18.000 personas han firmado en apoyo de la labor de este colectivo que desde 1997 acoge y recupera animales domésticos sin hogar. La amenaza de cierre que pende sobre sus instalaciones en La Pontiga ha multiplicado las muestras de solidaridad. Ayer los amigos y gestores de la promotora quisieron sacar su protesta a la calle con una cabalgata de perros ante la orden de desalojo que pende sobre sus instalaciones. Lo hicieron siguiendo el recorrido que harán los Magos de Oriente dentro de unas semanas. Desde la Escuela de Minas hasta la plaza de la Catedral, un centenar de personas con sus mascotas o con algunos de los perros acogidos en el centro hicieron visible la situación desesperada de la asociación.

 
La finca en la que desarrollan sus actividades en las afueras de Oviedo está calificada como núcleo rural y carece de licencia de actividad como núcleo zoológico para poder mantener los animales allí. Con la orden de desalojo sobre la mesa, la protectora se ha reunido con los grupos municipales en busca de una solución urgente, a la que el alcalde se ha comprometido siempre que tenga encaje legal dentro del Plan General. Se trata de una situación similar a la que atravesó el núcleo zoológico El Bosque y derivada de que las directrices de ordenación del territorio de Asturias exigen superficies de hasta 10.000 metros para conjuntos de animales pensando en la actividad ganadera y no en perreras o pequeños zoos.
 
La asociación alquiló la finca actual hace casi dos décadas y no tiene otro lugar a donde ir si el Principado ordena finalmente el cierre de las instalaciones. Además de acoger a los perros, a través de un convenio con el Servicio de Salud del Principado (Sespa) y la asociación Manopata, la protectora colabora en la integración social de personas en riesgo de exclusión con terapias asistidas por animales.